La organización ecologista SEO/BirdLife ha presentado recientemente la nueva Lista de las Aves de España, un catálogo que actualiza el anterior, publicado en 2005, y que contabiliza un total de 569 especies diferentes, una cifra que señala que en España hemos ganado 56 nuevas especies en estos siete años.
¿Por qué esta lista es cambiante? Desde SEO/BirdLife explican que se debe a tres razones. En primer lugar, los avances científicos ya que a veces los nuevos estudios genéticos cambian el rango de antiguas formas o variedades, que ahora se consideran especies.
También hay formas que cambian de nombre gracias a los estudios taxonómicos de afinidad entre ellos y, además, otros estudios científicos (como los que implican el marcaje de aves con técnicas de seguimiento por satélite) han aportado nuevas especies a la lista.
Así, los modernos estudios genéticos, el aumento de las aves raras (especies o subespecies que se presentan solo en contadas ocasiones en un ámbito geográfico determinado, al margen de su área de presencia habitual), el mayor número de observadores en el campo y la aclimatación de especies foráneas son los factores de este incremento.
El protagonismo de las aves raras
Otra cuestión que nos llama la atención de esta nueva lista es el predominio de las aves divagantes o raras, que suman 206 especies, lo que representa el 36% del total de las contabilizadas, frente al 26% de hace cinco años. Algunas de ellas son especies que llegan ocasionalmente a nuestro país empujadas por fenómenos meteorológicos extremos como huracanes, olas de frío polar o de calor africano.
Esto se debe a la privilegiada situación geográfica de la península Ibérica, en una encrucijada entre rutas y áreas donde confluyen migrantes que van y vienen de Europa a África, pero también divagantes de Asia o América del Norte.
La lista de especies más propias de otras latitudes la completan las aves que han llegado desde países nórdicos o se han instalado aquí por la bonanza del clima. Algunas son introducciones naturalizadas, como el faisán, las cotorras de Kramer o el ruiseñor de Japón.
Entre estas especies introducidas, el caso que presenta más variaciones es el de las poblaciones ya naturalizadas y establecidas en otros países europeos, que llegan aquí asociadas a los movimientos naturales de las aves silvestres. Es el caso de siete especies ya integradas en nuestra fauna, entre ellas el cisne negro, el ánsar chico, el pato mandarín o la malvasía canela.
Seguro que a partir de ahora, cuando avistéis algún ave sobrevolando vuestras cabezas, os surgirá la duda de si es un recién llegado, un veterano o si aún no está en la Lista de las Aves de España.
FUENTE: blogdemedioambiente.com
[http://www.blogdemedioambiente.com/biodiversidad-ecosistemas/sabiais-que-espana-tiene-569-especies-de-aves-diferentes-56-de-ellas-son-nuevas/]
